LES FAMÍLIAS ENTRAN A LA SALA DE PSICOMOTRICIDAD

MONTSE CASTELLÀ PAGOLA
Maestra de Educación Infantil, Psicomotricista, Pedagoga Sistémica.

Este articulo forma parte del taller realizado en las “VI Jornades de reflexió: Psicomotricitat i Escola” organitzades pel Departament de Didàctica de l’Expressió Musical, Plàstica i Corporal de la UAB i Grup de Recerca de Desenvolupament Psicomotor de la UAB con la colaboración de l’AEC, a Bellaterra, 2 i 3 de març de 2012

En este artículo pretendemos recoger conceptualizaciones que se manejaron en el taller. Nos centramos en el programa Anima’t, juga amb ells” para mostrar a partir de la observación indirecta, un vídeo de una sesión para teorizar sobre el concepto de la observación psicomotriz y la relación – comunicación con las familias.

Observar qué, per a que, como, …

Centrada en les potencialidades del niño/a i en las nuestras para
permitir que estas se actualicen.
Para poder comprender otras perspectivas, otras miradas diferentes
sobre la criatura, sobre una situación o sobre la propia acción, sobre la
cultura o estilo familiar a la que pertenece.
Significa una actitud receptiva, sensible y respetuosa para captar y dotar
de significado la acción del niño/a.
Para comprender y situar mejor nuestra intervención, ajustando el
discurso.
Comprensión que supone la búsqueda de nuevos significados y de las
intenciones en la acción de los niños/as y las nuestras. Transformación.
Se sitúa cercana a la acción de las criaturas, de su emoción y a la vez
incorpora un filtro cognitivo y emocional per tal de distinguir que viene de la
criatura y que es nuestro. Reflexión.

Presentación, contextualización del vídeo “Anima’t, juga amb ells”
(padres, madres, hijos/as, juegan juntos en la sala de psicomotricidad)
ANIMA’T JUGA AMB ELLS: es una apuesta preventiva para mejorar la
comunicación entre padres he hijo, favoreciendo los valores de carácter social i
político. Los valores del ser humano, del saber compartido heredado de la
tradición.

Esta experiencia justifica su razón de ser desde el deseo de ofrecer al niño/a
un desarrollo integral de sus capacidades, buscando en la interacción la
máxima coherencia entre el ámbito familiar y escolar.
La psicomotricidad, comunicación en fin, las artes y las diferentes cultura las
aportaciones de la mirada sistémica, son vías desde donde se ajustan las
necesidades cognitivas, afectivas y motrices de los participantes de este
programa.

Nuestra propuesta intenta facilitar a los padres un espacio desde el que
puedan fortalecer sus competencias, implicándolos como agentes activos,
sensibilizándolos en su papel como primeros educadores, siempre desde el
respeto a la singularidad de cada uno.

Los objetivos de este programa se centran en el desarrollo infantil y en la
mejora de las prácticas educativas familiares. En este espacio se ofrece a los
niños/es un contexto de desarrollo que completa y amplifica las experiencias
vividas en el núcleo familiar, refuerza la función educativa familiar, ofreciendo a
los adultos la posibilidad de compartir experiencias, propiciando la propia
estima y confianza en si mismos como personas, padres, madres y primeros
educadores.

“Anima’t, juga amb ells” metáfora de amor, acompaña a las familias a descubrir,
a valorar y facilitar el crecimiento madurativo de los niños/as desde las
actitudes de presencia, disponibilidad, respeto, comprensión en una dinámica
de placer.

“La madre tiene la impresión de que el niño la mira con sus ojos, creando de
esta manera un lazo con ella” (D. Stern, 1977)

“Los ojos de la madres le sirven al infante para reconocerse”

“La madre o figura permanente que realiza el rol materno ha estado para todos
el primer objeto percibido e interiorizado (parcialmente o totalmente) y
proporcionará los fundamentos de nuestra realidad mental, la estructura donde
se apoyará nuestras significaciones: otros objetos internos, otras fantasías,
pensamientos, sentimientos o emociones. El objeto interno madre ha de servir
como punto básico de sedimentación de los objetos internos y significaciones
individuales”. (Tizón García)

LA MIRADA EN LA PRÀCTICA PSICOMOTRIZ:
QUÉ SE PONE EN JUEGO?

En la sala de psicomotricidad, el niño/a nos muestra, habla y nos manifiesta su
JO profundo con todo su cuerpo. Tiene una demanda imperante para nosotros:
MÍRAME: “que en tu mirada compartimos mi emoción, que pueda leer como es
de bonito mi cuerpo, que fuerte, y capaz es,… Dime que la emoción que
experimento en esta carrera, salto, lanzamiento,… cuando hago de guerrero,
de hada o de perrito, es de verdad, es positiva, es válida…, es la mía.
MÍRAME porqué tengo algo profundo que decirte. Quiero ver en tus ojos mi
placer. Quiero captar mi placer en tu mirada. (G. Nicolodi)

UNA MIRADA…
… con placer, espejo de reconocimiento, que refleja, retorna, mi competencia y
mi propio placer. En este reconocimiento el niño/a podrá reapropiarse de una
imagen corpórea de si mismo positiva, fundamental en posteriores
aprendizajes. Este espejo será el factor de transformación en el niño/a, que en
la sala podrá vivir sus posibilidades, límites de adaptación a la altura, a la
distancia, a la velocidad, a la postura o al equilibrio. Este estado límite le llevará
a tomar consciencia de su competencia donde puede vivenciar sus
posibilidades y lo llevará a poderse distanciar del adulto que lo acompaña.
Tendríamos que estar atentos a aquellos niños/as que contrariamente,
solamente buscan este estado límite para captar la mirada del adulto. Este
comportamiento nos podría hacer pensar en cierta alienación en la mirada del
otro, posible manifestación de histeria infantil.

Más adelante, nuestro gesto, voz, que signifiquen aprobación, sorpresa,
admiración o ánimo, le ayudará a sentirse valorado y le otorgará seguridad.
… QUE PROPOICIONE SEGURIDAD física y emocional, que permita al niño/a
experimentar y mostrarse tanto en les sus capacidades como en les
dificultades, en una escucha y aceptación incondicional de las expresiones del
niño/a, de manera que pueda afirmarse sinceramente su presencia entre
nosotros, manifestando el que es, el que tiene i el que puede, lo mejor de sí
mismo, la manifestación de su persona.

… ESTRUCTURANTE Y DE SOSTÈN a la vez, ofreciendo un continente con
actitud de espera, de acoger, de dar y recibir articulación dialéctica con la
escucha y descifrando las resonancias de las interacciones tónico-emocionales
reciprocas. (MIRTHA CHOKLER )
… CON DESCENTARMIENTO EMOCIONAL, posibilitadora de transferencias,
que evite las proyecciones.
…ATENTA, QUE NO JUZGUE, NO SANCIONE, NO CENSURE, porque la
manifestación espontanea del infante no se vea altera.
…QUE POSIBILITI LA MANIFESTACIÓN DEL DESEO DEL NIÑO, DE LA
NIÑA, el deseo implica vacío, una falta, una perdida en juego. La satisfacción
de la demanda del niño/a no siempre lleva implícito la satisfacción de si deseo,
puede esconder la búsqueda de agradar al adulto, de satisfacer las
expectativas que se supone se tienen de él. Delante de una demanda no existe
la no comunicación. La no respuesta, es ya una comunicación, recordemos que
uno de los axiomas de la Teoría de la Comunicación Humana, nos dice que es
imposible no comunicar (Paul Watzlawick). Una de las características del
lenguaje corpóreo en relación al proceso de comunicación es que el silencio no
existe. El silencio convoca a una pregunta sobre el deseo del otro: ¿que
quiere?, ¿Qué es lo que quiere de mi?, pregunta que a su vez retorna como
pregunta del propio deseo: ¿Qué es lo que yo quiere?
…QUE DE SIGNIFICACIÓN A SU SER, no al su saber, para poder situarnos
en la observación neutra y en la lectura del juego espontaneo del niño/a, de su
hacer, de su decir, en los diferentes indicadores, el corporal, espacial, temporal,
relacional, en sus manifestaciones fantasmáticas y pulsionales. Comprender el
sentido profundo de la expresividad motriz de la criatura, teniendo presente la
comprensión de la demanda inconsciente que se realiza a partir de
manifestaciones repetitivas.
Observar como se sitúa delante de los otros, cual es su forma de aproximación
(la seducción, la provocación, la agresión), que provoca en su alejamiento, en
el acercamiento, cual es su deseo, su miedo, su interés, su relación con los
objetos, cuales son sus palabras claves en su discurso verbal profundo,…
…AJUSTADA A OTROS LENGUAJES COMUNICATIVOS, con el lenguaje no
verbal, podemos establecer y/o restablecer unos canales de comunicación por
vía del tacto –contacte, del gesto, de la respiración, de la acción.
Podemos hablar del dialogo tónico como primera forma de sostén de las otras
vías. Estas diferentes formas de lenguaje ( la mirada, el gesto, la postura, el
contacto, el sonido, el tono, la vos, la de cadencia, la presencia,…) que, al no
estar filtradas por contenidos cognitivos que acompañan generalmente al
lenguaje verbal, nos permite establecer una comunicación fundamentalmente
humana, la comunicación “cara a cara”, “persona a persona”, en la que
prevalece una relación simétrica basada den la categoría “persona” por encima
de una relación asimétrica basada en las categorías jerárquicas.
Es necesario tocar, mirar, reconocer, valorar al otro para permitirle ser persona
entre personas, para abrirle las puertas a la socialización.
Podremos acompañar al niño/a en el camino que le permitirá pasar de la
percepción más o menos confusa y indiferenciada de lo corporal, a la
percepción de los estados corporales diferenciados en el mismo y en los otros.
El lenguaje verbal en la intervención psicomotriz es un soporte del lenguaje no
verbal que ha de ser el protagonista. Lo acompaña, lo enriquece y refuerza;
debemos no olvidar que también lo puede transformar interferir. La palabra se
ha de ajustar tónicamente al tono postural, de la mirada, base de autenticidad.
Si el tono de la voz y la palabra no se ajustan y se confunden con el tono
postural o de la acción, si hay poca sintonía o entran en contradicción, se da un
doble mensaje. Podemos afirmar que el lenguaje que prevalece i llega más al
fondo es siempre el lenguaje no verbal, el tónico.
…DESDE EL JUEGO COMO FAVORECEDOR DEL PROCESO DE
SEPARACIÓN – INDIVIDUACIÓN, el contacto ocular, contacto desde la
distancia, que como ya hemos comentado, ha de significar desde nuestra
intervención reconocimiento, valoración, interés, capacidad de entusiasmo, de
sorpresa, inicia en la criatura a la atención compartida conjunta, “me interesas
– te intereso”. Este dialogo tónico enriquece el proceso de diferenciación –
separación.
El adulto jugando al ESPEJO, en el dialogo de miradas, imitación, “ahora tuahora
yo” con claros turnos en la acción, promueve y posibilita de mirarse en el
espejo del otro, acceso progresivo, a la alteridad. La capacidad de anticipar y
predecir la respuesta del adulto, le llevará a realizarles con un propósito claro
de ser imitado, de forma que sus creaciones motrices serán cada vez más
intencionadas.
Actuar sobre el cuerpo relacional equivaldrá a trabajar sobre el cuerpo real en
su relación con la madre. Los juegos de seguridad profunda de aparecer –
desaparecer (desde el cucú, hasta el escondite), los juegos de devoración y de
persecución (de la mirada al contacto), irán fortaleciendo este proceso de
separación – individuación.

¿QUÈ PRESUPONE COMO ADULTO?

Observar i mirar al otro, comporta tocar algún momento de nuestra vida,
evocar alguna cosa de ella. Somos adultos y hemos pasada por un camino
similar.
Sentimos, interpretamos, proyectamos,… nuestras percepciones están
generalmente dominadas por las emociones. Cualquier situación se puede
convertir en una vivencia que conecte, por vías sensoriales, en recuerdos,
situaciones vitales, con nudos personales, de manera directa y rápida.
En general nos sentimos ligados a nuestra infancia y posiblemente el tipo de
lazo que mantenemos con aquellas vivencias infantiles, es el lugar natural
desde donde construimos nuestra mirada sobre la infancia.
Teniendo en cuenta que aquello que vemos no es más que el que estamos
preparados para ver, deberemos estar atentos a nuestra formación para poder
profundizar en nuestra capacidad de ayuda, movilizada de forma constante
delante las dificultades de la infancia. La mirada autónoma sobre nosotros
mismos posibilitará poder tener una mirada más clara sobre el otro: para
comprender la vivencia del otro hemos de tener una comprensión de la propia
experiencia a la que debemos referir la vivencia del otro. Interrogarnos sobre
nuestra propia mirada, aprender quienes somos, comprender las propias
angustias i emociones, nuestras necesidades y expectativas, nuestras
motivaciones profundas, las proyecciones afectivas, asumir nuestra fragilidad,
demandes, acciones,… Hemos de estar preparados y dispuestos a reconocer
que ponemos de nosotros en cada situación de interrelación, convirtiéndonos
en muestro propio espejo, en el camino hacia la armonización entre el mundo
interior y exterior.
Mirar con placer presupone una gran seguridad afectiva por nuestra parte.
Tendremos que colocar un filtro que nos sitúe a suficiente distancia emocional
para poder limitar nuestras proyecciones y nuestra subjetividad, o al menos,
diferenciarla cuando nos encontremos, pudiendo atenuarla i a la vez con
suficiente implicación emocional para poder permitir las transferencias
posibilitadores de relación.
También será importante la capacidad de ser observados y mirados en nuestro
trabajo, pensar en que grado nos sentimos condicionados por la mirada del
otro y el efecto que puede producir en nosotros sentirnos mirados con
aprobación o desaprobación, indiferencia,…
En definitiva, se trata de ir fortaleciendo aquello que nombramos como sistema
de actitudes del psicomotricista, a la vez ampliando las estrategias y
competencias que nos ayuden en el sistema de acciones delante de niño/a, sin
dejar de sorprendernos, entusiasmarnos y sentirnos disponibles en el acto
creativo de la sesión de psicomotricidad.

BIBLIOGRAFIA:
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La observación psicomotriz: transformar la experiencia compartida en comprensión.
Entre Líneas, núm. 7
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Los órdenes del amor. Barcelona. Herder.

las familias entran, entre lineas