CONTEMPLANDO LA FAMÍLIA DENTRO DEL CENTRO ESCOLAR EN EL GRUPO DE ADAPTACIÓN, PARTIENDO DEL PROGRAMA “ANIMA’T, JUGA AMB ELLS”

Revista ENTRE LÏNIAS ISSN- 1575-0841

MONTSE CASTELLÀ
Mestra, psicomotricista, pedagoga sistémica, creadora del programa “Anima’t, juga
amb ells”, terapeuta al Centre Kairós psicomotriu. Profesora en post grau i màer en
l’Especialización de Práctica Psicomotriz Educativa y Preventiva en UAB y AEC, y
maestra de pràcticas. Profesora del Màster en Pedagogia Sistemica en URV.

MERITXELL BLANCO
Psicóloga i psicomotricista al Centre Kairós psicomotriu, mestra de practiques del
postgrau de Desenvolupament psicomotor de 0-8 anys de la Universitat Autònoma de
Barcelona.

El propio cuerpo, fuente de aprendizaje
“El cuerpo del niño es un medio fundamental tanto para conocerse a sí mismo como
para conectar con los demás y con el mundo que lo rodea. De ahí que la práctica
psicomotriz pueda ser considerada un referente básico en las primeras edades y deba
estar integrada en el marco de coherencia psicopedagógica que representa la escuela,
dando al niño la posibilidad de actuar y pensar, desde una óptica de placer que
debería impregnar todos los ámbitos de la escuela (Aucouturier, 2004; Arnaiz, 1988).
Esta práctica ofrece al niño la posibilidad de realizar un itinerario madurativo que va
del placer de actuar al placer de pensar, por lo que la escuela debería propiciar este
recorrido desde un marco de seguridad afectiva y educativa, y ser un lugar de
emoción, comunicación y desarrollo tanto para los niños como para los profesores y
las familias.

Solo desde un planteamiento de trabajo de esta índole estaremos garantizando la
seguridad afectiva del niño, y su deseo de aprender y de ser feliz, al hacerle descubrir
que la escuela es un lugar donde se pueden desarrollar experiencias y vivencias a
partir de la acción con el propio cuerpo, puesto que este se constituye una fuente de
aprendizaje para él. Asimismo, estaremos eliminando bloqueos cognitivos y
permitiendo que el niño acceda sin ningún problema a aprendizajes instrumentales. La
escuela se convertirá, así, en un lugar de emoción y aprendizaje (Arnaiz, 2000”).
Des de los inicios de la Escuela Mestra Pla, Castellar del Vallès, se contempla la
intervención en psicomotricidad educativa en parvulario, y contemplando la atención a
la diversidad, hace aproximadamente unos ocho años se llevan a cabo pequeños
grupos de ayuda en parvulario y ciclo inicial. En este curso 2012/2013, el equipo de
infantil valora positivamente la propuesta de incluir la psicomotricidad, vinculada al
programa “anima’t, juga amb ells”, como facilitador en el proceso de adaptación a la
escolarización para padres/madres, niños/as y maestros/as. Asi mismo en esta
escuela, alumnado, familias y equipo docente viven de forma conjunta el proceso de
adaptación, dentro del horario escolar. Durante los tres primeros días del curso
comparten juegos en la sala de psicomotricidad, para despejar los temores y las
incertidumbres que el inicio de la vida escolar genera a unos y otros, y para fortalecer
las relaciones con el centro. Somos conscientes que para una criatura, ir a la escuela
implica, en cierto grado, tener que separarse de los padres y madres, integrarse en un
espacio nuevo y desconocido, relacionarse con personas adultas que no le resultan
familiares y con un grupo de niños y niñas a los que tampoco conoce, y hacerlo en un
tiempo, unos ritmos y unos horarios nuevos, y con normas y actividades diferentes. En
muchas ocasiones, las criaturas se encuentran con situaciones tan alejadas de su
cotidianidad que pierden los puntos de referencia que les otorgan seguridad, y pueden
entrar en estados de ansiedad o de desequilibrio emocional. Pero también es cierto
que superar conflictos, y afrontar nuevas situaciones y experiencias nos abre un nuevo
campo hacia la socialización y el desarrollo de nuestras capacidades. Es
imprescindible acompañar en este proceso, a los niños y niñas, y a sus familias.

Con el Programa “Anima’t, juga amb ells”, planteamos un nuevo canal de
comunicación para fortalecer las relaciones con las familias, compartir el objetivo
común que supone la educación de los niños y niñas, y mitigar las incertidumbres que
genera el inicio de la vida escolar. Los ejes del programa son la interacción, la
comunicación afectiva y el análisis de esta interacción entre padres e hijos. Anima’t,
juga amb ells parte de una metodología lúdica y creativa, y recurre al juego, la
psicomotricidad y los lenguajes expresivos como elementos dinamizadores.
Generalmente, la institución escolar acoge el sentimiento de los niños y niñas que
acuden al centro, pero no suele hacer lo propio con las familias. Sin embargo, en la
Escuela Mestre Pla, un centro público de doble línea que lleva más de diez años en
funcionamiento, no entendemos la escuela sin las relaciones que se establecen en el
núcleo familiar, por lo que creemos que el proceso de adaptación ha de dar una
respuesta globalizada a toda la familia. De este modo, se establece una comunicación
fluida que da paso a la construcción de un ambiente de confianza mutua; a una
relación que nace del profundo respeto a la diversidad, a las personas y a los
diferentes estilos familiares; que favorece la escucha, que no juzga, que aporta
confianza y permite el reconocimiento; que aporta seguridad en las personas que
constituimos el nuevo grupo y que intervenimos en él. Pretendemos acompañar a las
familias en su saber hacer como primeros educadores de sus hijos e hijas. Y el
espacio que proponemos para hacerlo es la sala de psicomotricidad. Uno de los
signos de identidad de la metodología de nuestra escuela y de los profesionales que la
conforman, entendiendo la escuela como la suma de las personas que la habitan, y
en especial de Educación Infantil, es el lugar que ocupa la psicomotricidad, es decir,
cómo miramos y entendemos lo que nos está diciendo y expresando el niño. Porque
su expresividad motriz no solo nos habla del movimiento y de la acción, sino que nos
refleja su forma de ser y estar en el mundo; nos presenta la forma en que se relaciona
y establece diversas conquistas; nos plantea su inmenso mundo emocional, su
universo cognitivo, y nos enseña el camino del placer en el juego, del placer de hacer
que se dirige hacia el placer de pensar. El “Anima’t, juga amb ells” favorece el proceso
de individualización dentro de un grupo, y a su vez, la importancia de la consciencia
grupal: “yo y el grupo, el grupo, y el grupo y yo”, iluminando los diferentes momentos
de la sesión (ritual de entrada, placer sensoriomotriz, representación gráfica y ritual de
salida).

La actividad está dinamizada por tres profesionales que compartimos el grupo durante
el mes de septiembre: la tutora, la maestra de Educación Especial y la técnica de
Educación Infantil. Esta es la estructura que se viene aplicando durante los más de
diez años de funcionamiento de la escuela. Y es perfecta para el desarrollo del
Programa Anima’t, juga amb ells. Padres, hijos y maestras desarrollamos una
actividad compartida durante una hora: jugamos en la sala de psicomotricidad. La
actividad se plantea en un marco de contención y seguridad para unos y otros, con un
ritual de entrada que favorece la contextualización y la motivación al ofrecer a cada
uno un lugar significativo que lo haga sentir parte del grupo y, a la vez, un sujeto
singular al que se pregunta y que expresa su propio deseo de juego. En esta actividad
se incide en el respeto en el acompañamiento de este deseo de juego del niño, en una
actitud sensible a sus intereses y a su propio ritmo, para que pueda elaborar su
proyecto bajo la complicidad de sus padres y madres.

Después del juego, en espacios diferenciados y durante treinta minutos, los adultos
reflexionan sobre los aspectos más significativos de la sesión, relacionándolos con la
educación cotidiana. Hablamos de sus expectativas con respecto a la escuela, de las
dificultades, preocupaciones, temores, etc. Mientras tanto los niños y niñas también
parten de la vivencia compartida con sus padres para elaborar representaciones
plásticas o con otros lenguajes expresivos. Para finalizar, un momento mágico de
reencuentro, en el que los niños y niñas comparten las producciones con sus padres y
madres.

Esta experiencia justifica su razón de ser en el deseo de ofrecer al niño y niña un
desarrollo integral de sus capacidades, buscando en la interacción la máxima
coherencia entre el ámbito familiar y escolar. La psicomotricidad es la vía desde la que
se ajustan las necesidades cognitivas, afectivas y motrices de los participantes en el
programa.

Anima’t a jugar amb ells intenta facilitar a los padres y madres un espacio desde el
que fortalecer sus competencias, implicándolos como agentes activos,
sensibilizándolos en su papel de primeros educadores, siempre desde el respeto a la
singularidad de cada uno.

Los objetivos de este programa, por tanto, se centran en el desarrollo infantil y en la
mejora de las prácticas educativas familiares. En este espacio se ofrece a los niños y
niñas un contexto de desarrollo que completa y amplifica las experiencias vividas en el
núcleo familiar, al tiempo que se refuerza la función educativa de la familia al ofrecer a
los adultos la posibilidad de compartir experiencias que propicien la propia estima y
confianza en sí mismos como personas, padres, madres y primeros educadores.
Acompaña a las familias a descubrir, valorar y facilitar el crecimiento madurativo de los
niños y niñas desde actitudes de presencia, disponibilidad, respeto y comprensión, en
una dinámica de placer. Anima’t, juga amb ells es una metáfora de amor. Así lo han
expresado diversos autores: “La madre tiene la impresión de que el niño la mira con
sus ojos, creando de esta manera un lazo con ella”, escribe Daniel Stern (1978). “Los
ojos de la madre le sirven al infante para reconocerse”, afirma Jorge Luis Tizón García
(1982), que añade: “La madre o figura permanente que realiza el rol materno ha
estado para todos el primer objeto percibido e interiorizado (parcial o totalmente) y
proporcionará los fundamentos de nuestra realidad mental, la estructura donde se
apoyarán nuestras significaciones: otros objetos internos, otras fantasías,
pensamientos, sentimientos o emociones. El objeto interno madre ha de servir como
punto básico de sedimentación de los objetos internos y de las significaciones
individuales”.

El niño/a nos pide también una mirada que le proporcione seguridad física y
emocional, que le permita experimentar y mostrarse tanto en sus capacidades como
en sus dificultades, en una escucha y aceptación incondicional de sus expresiones, de
manera que pueda afirmarse sinceramente su presencia entre nosotros, manifestando
quien es, qué tiene y lo que puede hacer, lo mejor de sí mismo, la manifestación de su
persona.

Nos pide una mirada atenta, que no juzgue, no sancione, no censure, para que la
manifestación espontánea del infante no se vea alterada.
Nos pide una mirada que haga posible la manifestación de su deseo. El deseo implica
vacío, una falta, una pérdida en juego. La satisfacción de la demanda del niño o niña
no siempre lleva implícita la satisfacción de su deseo; puede esconder la búsqueda de
agradar al adulto, de satisfacer las expectativas que se supone que se tienen de él.
Ante una demanda, no existe la no comunicación. La no respuesta es ya una
comunicación. Uno de los axiomas de la teoría de la comunicación humana, de Paul
Watzlawick, afirma que es imposible no comunicar. Una de las características del
lenguaje corpóreo en relación con el proceso de comunicación es que el silencio no
existe. El silencio convoca a una pregunta sobre el deseo del otro: ¿Qué quiere? ¿Qué
es lo que quiere de mí? Es una pregunta que a su vez retorna como pregunta del
propio deseo: ¿Qué es lo que yo quiero?

El niño o niña también nos pide una mirada desde el juego como favorecedor del
proceso de separación o individuación. El contacto ocular, el contacto desde la
distancia –que ha de significar desde nuestra intervención reconocimiento, valoración,
interés y capacidad de entusiasmo y de sorpresa– inicia a la criatura en la atención
compartida conjunta: “Me interesas-te intereso”. Este diálogo tónico enriquece el
proceso de diferenciación o separación.

Para concluir, destacar el carácter educativo y preventivo de este programa ya des de
sus inicios, la apuesta por la comunicación y relación con y para las famílias des de el
entorno escolar. Significando nuestro agradecimiento a la Escuela Mestra Pla y a su
equipo docente para incorporar la mirada de la psicomotricidad en nuestro proyecto
educativo.

Anima’t juga amb ells se lleva a la practica des de diferentes espacios, comunitarios
des del Ayuntamiento de Montcada i Reixac (Barcelona) y Sabadell (Barcelona) en
horario extraescolar, y en el ámbito privado en Kairós psicomotriu de Castellar del
Vallès (Barcelona).

Quiero compartir mi vivencia personal. Soy Eva, madre de Daniel Sánchez.

“Comenzamos P3. Viernes. Primer contacto con la clase, la maestra, los padres y
madres, y los niños y niñas. Me siento un poco insegura porque no sé cuál será la
reacción de Daniel, aunque durante todo el verano con la ayuda del librito de la
escuela, nos hemos aprendido los nombres de los nuevos compañeros y ahora los
podemos reconocer.

A Daniel le cuesta entrar en la clase. Con la ayuda de su padre, José, lo convencemos
para que pinte en un mural; accede, y comienza a pasárselo bien. Tiene curiosidad por
los juguetes y juega con algunos de los compañeros. ¡Bien!

Conozco a Montse, una de las maestras. La primera impresión, positiva; recibo
seguridad. ¡Estoy contenta! Hago un reconocimiento de la clase: está organizada y
limpia. El lavabo también está limpio. Todo está bien.

La noche del viernes comienzo a sufrir insomnio. Pasan los días, aparecen emociones
y sentimientos a los que no puedo poner palabras. Me siento… No sé cómo me siento.

Miércoles. Comienza la adaptación. Hacemos las presentaciones a través del juego;
Daniel se lo está pasando muy bien y yo también. Jugamos en el aula de
psicomotricidad. Mi hijo está muy emocionado, no para ni un segundo. Me siento muy
desbordada, aún no soy consciente de lo que me está pasando…

Jueves. Hacemos exactamente lo mismo, nos presentamos a través del juego y
jugamos en el aula de psicomotricidad. Hoy los niños están un poco más tranquilos,
aunque no paran de jugar, y los padres y madres también estamos más tranquilos.

Cuando los padres y madres salen de la sala con los niños y niñas, Montse y yo
tenemos una pequeña conversación. Solo recuerdo una pregunta de una sola palabra:
‘¿Sufres?’.

Esta palabra resuena dentro de mí con tanta fuerza que siento como si atravesara mi
alma. No puedo controlar las lágrimas. Intento recomponerme lo más rápido posible,
no puedo permitirme que mi hijo me vea llorando, y menos en la escuela. Montse me
deja unos segundos sola, tiempo suficiente para secarme las lágrimas y conseguir
frenarlas. Por suerte Daniel se entretuvo fuera con sus compañeros y no ha estado
presente.

Durante prácticamente todo el día no he podido parar de llorar, pero comienzo a
comprender qué me está pasando… Mi hijo se hace mayor y yo ya no puedo
protegerlo de todo. Comprendo que es él quien ha de bailar con sus propias
dificultades porque es la única manera de que aprenda y crezca a nivel personal.
También comprendo cuál es mi lugar en su vida: estar a su lado solo para cuando él
me necesite. Ahora ya puedo poner palabras a lo que he sentido estos días y que aún
siento: miedo y dolor.

Viernes. Último día de la adaptación. Hoy veo las cosas de otro color y me siento más
segura, más tranquila. Aunque aún siento miedo y dolor. Me decido a compartir con el
grupo de padres y madres, junto a Montse, lo que he vivido estos días. Me siento bien
haciéndolo. Ahora ya me siento preparada para que Daniel comience la escuela.
¡Ahora sí!

Gracias a los padres y madres de P3 del grupo 3 de la escuela Mestre Pla, porque
gracias a su actitud y a su manera de actuar me han ayudado para que yo haga mi
propia adaptación. Gracias a las maestras Montse, Cristina y Dolors, por hacer más
fácil esta etapa. Montse, gracias.

¡Ah!, por cierto, el segundo día de curso he podido volver a dormir y por primera vez
Daniel duerme solo en su habitación.

Daniel comienza una nueva etapa en su vida, y yo también”.

Eva Rodríguez Carreté

Para saber más

Arnaiz Sánchez, Pilar (1988): Fundamentación de la práctica psicomotriz de
Bernard Aucouturier. Madrid: Seco-Olea.

Arnaiz Sánchez, Pilar (2000): “La práctica psicomotriz: una estrategia para aprender
y comunicar” en Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales nº0.

Aucouturier, Bernard (2004): Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz.
Barcelona: Graó.

Autoría compartida (1998): Entre infants i grans. III Jornades d’innovació en l’etapa
d’educació infantil. Barcelona: Institut de Ciències de l’Educació de la Univertat
Autònoma de Barcelona.

Autoría compartida (1999): El joc de 0-6 anys. IV Jornades d’innovació en l’etapa
d’educació infantil. Barcelona: Institut de Ciències de l’Educació de la Univertat
Autònoma de Barcelona.

Autoría compartida (2003): La comunicació a les primeres edats. VI Jornades
d’innovació en l’etapa d’educació infantil. Barcelona: Institut de Ciències de
l’Educació de la Univertat Autònoma de Barcelona.

Hellinger, Bert (2008): Los órdenes del amor. Barcelona: Herder.

Stern, Daniel (1978): La primera relación madre-hijo. Madrid: Morata.

Tizón García, Jorge Luis (1982): Apuntes para una psicología basada en la relación.
Barcelona: Hora.

 

CONTEMPLANDO LA FAMÍLIA DENTRO DEL CENTRO ESCOLAR EN EL GRUPO DE ADAPTACIÓN, PARTIENDO DEL PROGRAMA “ANIMA’T, JUGA AMB ELLS”